España se ha consolidado como líder agrotech en Europa, superando a potencias como Francia y Reino Unido. Con más de 750 empresas innovadoras operando en el sector primario, el país no solo impulsa la digitalización del campo, sino que transforma la manera de producir alimentos, gestionar explotaciones y optimizar recursos naturales.
Desde la pandemia, el sector ha experimentado un crecimiento del 80 % en facturación, una cifra que refleja el efecto directo de la adopción tecnológica. La agricultura de precisión, los sistemas de riego inteligentes, los sensores de humedad y los algoritmos predictivos ya forman parte del día a día en muchas explotaciones.
El resultado es una producción más eficiente, sostenible y rentable, capaz de adaptarse a un entorno climático y económico cada vez más incierto.
Esta revolución tecnológica no se está produciendo solo desde las grandes empresas. Cada vez más emprendedores rurales —muchos de ellos con experiencia agrícola— están lanzando startups para resolver los retos estructurales del sector: escasez de agua, aumento de costes, necesidad de trazabilidad y cumplimiento normativo.
En Menttoriza, detectamos este cambio desde dentro: las nuevas soluciones agrotech tienen un enorme potencial de escalabilidad si se apoyan con mentoría especializada, acceso a datos, alianzas sectoriales y financiación estratégica.